La vida de fe en Cristo Jesús es una vida de santidad,
Sed santos, porque yo Jehová vuestro Dios soy santo.
La vida de santidad no es una vida ‘ascética’, es decir, no es una vida de privaciones, restricciones y penitencias; nadie alcanza la santidad por castigarse a sí mismo, al contrario, lo que desarrolla es una vida de culpa y de dolor.