Cuando hablamos de Fe, casi inmediatamente pensamos en ‘creer’, y hemos establecido que ambos términos, fe y creer, son términos sinónimos, y amparado en ese concepto, para muchos tan solo con creer asumen que tienen Fe.
Las Sagradas Escrituras nos dicen que ‘creer’ no necesariamente nos conduce a la Fe, y esto puede chocarle a todo aquel que está acostumbrado a aceptar que el ‘creer’ es la antesala de la Fe, pues…
Santiago 2:19: Tú crees que Dios es uno; bien haces: también los demonios creen, y tiemblan.
Los demonios ‘creen’ pero eso no quiere decir que ellos tienen Fe,
La Fe es la capacidad espiritual de creer en Dios, y de hacer lo que Dios pide o demanda, ¿nota la diferencia? Fe no es tan solo ‘creer’ es ‘hacer’ lo que Dios demanda;
Santiago 2:20-26: ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?... 26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta.
y decimos que es una capacidad espiritual, porque la Fe no procede del hombre, es decir, la Fe no es generada por el hombre mismo;
La Fe es una virtud espiritual parte de la Gracia, dada por Dios mismo para que el hombre pueda caminar según la Voluntad de Dios,
Romanos 12:3-6: Digo pues por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con templanza, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno… 6 De manera que, teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;