En filipenses 2:3 podemos ver a uno de los peores adversarios de nuestra vida. La contienda describe una fealdad de espíritu que destruye nuestra vida espiritual, esta es alimentada por el orgullo y la vanagloria se refiere al vacío de la gloria humana, aquella gloria que no tiene base de ser. Como creyentes somos llamados a pelear esta vida y evitar estos dos enemigos y seguir los pasos de Jesús con humildad