El salmo 119:133 nos hace reflexionar de que el pecado no debería gobernar en nuestras vidas como hijos de Dios porque ya no estamos bajo la ley, si no por la gracia del evangelio; no debería ser deleitoso para un cristiano estás iniquidades porque somos nuevas criaturas, templo de Dios y aún cayendo en pecado, abogado tenemos para con el Padre y deseamos como redimidos andar como el anduvo, y amar como él lo hizo.