En Filipenses 1:3-6 nos hace pensar más acerca de nuestra vida de oración. Pablo nos indica que debemos estar en constante oración los unos por los otros. La oración es una disciplina espiritual muy ignorada por los cristianos, pero es vital para tener una relación con nuestro Dios. Pidamos los unos por los otros, no solo por nuestra salud física, pero por nuestra salud espiritual. Vivamos una vida de oración constante a nuestro Dios.