La próxima y eventual reanudación de actividades económicas no esenciales en Puebla exige un ejercicio de análisis detallado de los riesgos y cómo evitarlos.
La industria restaurantera, una de las más golpeadas con los cierres, lleva ya camino recorrido en la elaboración de todo un protocolo nacional.
Incluso el hecho de la temprana apertura en la CDMX permite a los poblanos aprender de los errores capitalinos para no repetirlos.