Octubre terminó negro en Puebla, tras la explosión de una toma clandestina este domingo en San Pablo Xochimehuacán que dejó un saldo de un muerto, 11 heridos y 54 casas dañadas.
El fenómeno de robo de combustible en Puebla y el país data de hace décadas, y hasta el 2010 había sido muy de bajo perfil; todos en los pueblos y municipios sabían que ocurría pero no era un tema de relevancia.
Fue hasta la explosión del 19 de diciembre de 2010 en San Martín Texmelucan que el tema se volvió de interés de autoridades y sobre todo medios de comunicación.
En aquella ocasión se registró la muerte de una treintena de personas.
A partir de ahí se comenzó a analizar el fenómeno y a conocer más casos de pequeños incidentes en que explotaban las tomas clandestinas ya sea por mal manejo, descuido o porque al ser descubiertos, los huachicoleros provocaban un incendio para ganar tiempo y escapar.