Retírate de la bulla que produce tu propia vida; de los conceptos religiosos que ha generado la esclerosis de una liturgia que ni el Señor soporta, y entra suavemente en su presencia, con las palabras de David:“…Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz”. Salmos 55:17 Debemos estar claros en que casi nunca vamos a tener “ganas” de orar devocionalmente. Vivimos en un mundo que nos rodea y nos envuelve con sus valores.