La oración es algo más que hacer peticiones al Reino de los Cielos. Un creyente serio y maduro debe entender el verdadero sentido de la oración. Jesús fue muy preciso cuando lo enseñó: Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Lucas 11: 9.