44Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
45Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
46y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
47y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
48Y vosotros sois testigos de estas cosas.
49He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
50Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo.
51Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo.
52Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo;
53y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.