La paridad no debería convertirse en un juego de exclusiones. Las acciones afirmativas, específicamente las cuotas de género han sido esenciales para abrir espacios que durante siglos se negaron a las mujeres, pero si se usan para cerrar puertas en lugar de abrirlas, corremos el riesgo de distorsionar el sentido mismo de la democracia.
El reto no es imponer límites, sino ampliar opciones. Solo así la igualdad política se construye de manera real y sostenible.
📰 Mi columna en EL NORTE de GRUPO REFORMA.