Conforme nos compartimos en luz, más se irradia, y como lámpara de sal, si está apagad, se disuelve y desperdicia. En instantes construimos universos. Percibir el espacio infinito al poner nuestra atención por un instante. Hacer paros durante el día, nos abre ese espacio. Ilumina los rincones más oscuros de nuestro ser.