La paz muchas veces es concebida como un concepto abstracto, como algo soñado pero al fin y al cabo intangible. Pero, muy alejado de ese concepto, la paz llega a ser absolutamente real a través de nuestra relación con Dios. Nuestras angustias se convierten literalmente, como dice la Biblia, en un sentimiento indescriptible que traspasa los límites de nuestro entendimiento. Sin embargo, la paz no es pasiva, es activa y hay que ejercitarla para desarrollarla en nuestras relaciones. A través de este episodio expresamos diferentes maneras para ejercitarnos en la práctica de la Paz.