Somos "Extranjeros" ... Cuando emigramos nos llevamos “la patria dentro”, si, anhelamos tantas cosas y vivimos con todos los recuerdos bonitos de nuestro país, es una nostalgia que llevamos en el corazón... Ya no vivimos en ella, la visitamos y en nuestra mente siempre está el regreso; es un hecho que la mayoría de los inmigrantes partimos “pensando en volver”, pero el regreso se vuelve cada vez más lejano, porque para algunos la realidad hizo añicos sus ilusiones, para otros son las circunstancias de aquí o de allá, o simplemente son los lazos personales o los compromisos adquiridos los que impedirán el retorno definitivo, pero siempre queda la esperanza de volver...
Ser "Extranjero" es en parte una tierra de quimeras e ilusiones, porque nos transporta a un pasado que nos devuelve actitudes como la de ser emprendedor, oxigena nuestros anhelos, las ganas de seguir viviendo, engrandece nuestro orgullo, y nos permite rescatar nuestras fortalezas, optimismo y confianza que nos llevaron un día a arriesgar lo conocido para buscar un mundo mejor.
Aunque el sentimiento de extrañeza aún me acompaña, y algunas veces me hace sentir como la paloma de Rafael Alberti confundiendo el norte con el sur, en su poema "se equivocó la paloma", ahora ya no me atemoriza, ahora se con certeza que forma parte del sabor agridulce de emigrar.