Nunca se es demasiado joven para emprender, Renata Aguilar es muestra de ellos, con tan solo 22 años decide incursionar en el mundo de la repostería y mostrar que la innovación y la pasión son los elementos necesarios para construir una marca solida. Kaprica se proyecta en los siguientes dos años como uno de los talleres de repostería mas importantes de la CDMX.