"La esperanza postergada aflige al corazón, pero un sueño cumplido es un árbol de vida", Salomón... Es interesante ver como la realización de un sueño es comparado a una semilla que al ser sembrada, muere y luego de un proceso se convierte en un árbol que da frutos, esto haciendo referencia a eso q deseamos, pensamos y anhelamos, como se convierte en algo tangible, como una simple idea deja de ser algo etéreo y se hace una realidad. Como una meta lejana, casi platónica se convierte en algo q da resultados sólidos y concretos, que hoy podemos tocar, oler, disfrutar.
Y siendo claros, cuando hablamos de sueños, deseos y anhelos cumplidos no siempre se hace referencia a esos grandes logros, importantes, de mucho renombre... como dice L.F. Carroll, "la mayoría de veces es suficiente con ganar muchas pequeñas batallas que nos llenen de muchas pequeñas victorias, que nos generan momentum y q finalmente nos lleven a tener grandes resultados". Esas muchas pequeñas metas cumplidas q nos van llenando de alegrías y satisfacciones, nos van dando confianza para lograr ese gran sueño q tanto hemos deseado y anhelado.
Todos de alguna manera hemos tenido esos grandes sueños q han llenado el tanque de combustible y nos han movido a hacer cosas q pensamos realmente inimaginables, te acuerdas cuando soñabas con terminar tu carrera profesional después de haber perdido una materia? Lo sentías tan lejos.. O ser El padre o madre orgulloso en que t has convertido? Ese miedo q tuviste cuando supiste que tendrías un hijo… El haber conseguido esa casa q tanto deseaste, después de haber estado pagando arriendo por muchos años. O tener el trabajo q hoy disfrutas, cuando ni siquiera sabias que querías ser en la vida. La pareja q tienes, t acuerdas cuando simplemente se veían a lo lejos y deseabas un simple beso. Todo eso te daba motivación, te hacía levantarte temprano para lograrlo, t hacia buscar planes, rebuscarte, ser creativo, no te dabas por vencido… y cuando lo lograste lo celebraste, t alegraste por la satisfacción del deber cumplido, el gozo de decir “lo hice!”…
