En los episodios previos hemos venido hablando de soñar, desear y anhelar, de la importancia de un plan que nos ayude a definir el camino y las herramientas necesarias para movernos en el cumplimiento de lo que deseamos o anhelamos y así poder gritar una vez que lo logremos “lo hice”.
Sin embargo, en todo este viaje (Journey) hacia nuestro sueño, hace falta incluir “un regalo” q nos ayudará a darnos cuenta si vamos por el camino correcto, si tenemos las herramientas suficientes, si vamos a llegar en tiempo y forma.. y este “regalo” se llama “Retroalimentación” (el famoso Feedback), el cual es tan preciado y valioso como el recibir y dar un regalo, puesto que es la clave para mejorar y es casi imposible hacerlo sin el.
La verdad es que todos necesitamos personas que nos den su opinión. Así es como mejoraremos, sino acuérdate la cantidad de regaños que recibías en el colegio cuando estabas en primaria. Que por cierto mi profesora preferida era la que más me regañaba, asi que pueden imaginarse cuanto trabajo le daba. Por lo tanto, es imperativo tener mecanismos, puntos de control, artefactos, que nos vayan diciendo como vamos, que nos midan la temperatura, que nos muestren si hay desviación del cumplimiento de nuestro plan... es que recibir constantemente retro nos ayuda a que podamos hacer los ajustes necesarios a tiempo, sin que sea demasiado tarde para llegar al cumplimiento.
Ejemplos de artefactos que dan retroalimentación son el velocímetro de los carros que nos indican la velocidad, el termostato de los aires acondicionados que ayudan a regular la temperatura de una habitación, los policías de tránsito que regulan el comportamiento de manejo de los conductores, los chequeos médicos que nos muestran cómo va nuestra salud, los exámenes en el colegio o la U, que miden nuestro nivel de conocimiento, en mi caso cuando era niño los regaños y algunas veces chancletazos de mi mamá que medían mi comportamiento durante la semana 🙊 etc.
Cuántas personas perdidas de su propósito, familias separadas, proyectos fracasados, empresas en quiebra, catástrofes incluso mundiales, se hubieran evitado con una buena retroalimentación o al menos si se hubiera escuchado a tiempo. Sino me creen, los invito a ver la serie Chernobyl, aprovechando que está de moda y así entender lo sucedido en el accidente nuclear de 1986 en Ucrania, cuando el sobrecalentamiento descontrolado del núcleo del reactor 4 hizo volar la tapa de casi 1.200 toneladas del reactor nuclear y hacer que se esparciera una gran cantidad de material radioactivo por la atmosfera en forma de nube radioactiva por toda Europa. Es tan relevante, importante y de impacto esto de la retroalimentación, que las empresas pagan millones por tener los indicadores de satisfacción o de experiencias de clientes o consumidores cuando se lanza una marca, una campaña o una nueva presentación de un producto o una nueva experiencia o servicio. La próxima vez que uses Uber, Rappy, Whatapps, y todas estas apps, mira las estrellas que tue pide que des para saber tu opinión de sus servicios. Todos quieren saber que opinan de ellos para ser mejores cada día.
