Listen

Description

Cuántos de nosotros cuando éramos niños y nos llevaban al mar jugábamos construyendo un castillo de arena allí sobre la playa, cavábamos, levantábamos paredes y los más Pro hasta puertas y ventanas hacían.. Luego del esfuerzo y la dedicación de la mañana, íbamos por el almuerzo y cuando regresábamos, encontrábamos que las olas, la brisa y las personas que caminaban por la playa lo destruían todo.

O como los que empiezan a construir algún complejo de casas o apartamentos y no calculan la inversión completa, empiezan con todas las ganas y después que el presupuesto se acaba por haber sido mal calculado, les toca dejar a mitad de camino la construcción. Cuántos de estos edificios no has visto olvidados en tu ciudad?

O también los que empiezan una relación, y hacen todo para conquistar a la pareja, inclusive dicen mentiras sobre lo que tienen o no tienen, sólo complacer el ego, demostrar poder, para llenar un deseo sin importarnos los sentimientos y las necesidades de la otra persona.

Todos estos son ejemplos de lo que empieza mal, claro que terminará mal…

Por el contrario, hemos aprendido que “lo que empieza bien termina bien”. Esta afirmación generalmente es cierta, obvio con sus excepciones. Sin embargo, si es recomendable, cuando vas a empezar algo importante, relevante, de valor para ti, o vas a iniciar eso que tanto haz soñado, deseado, anhelado desde siempre, como una amistad, la relación con tu alma gemela, formar un hogar, un emprendimiento, una inversión, un proyecto laboral.. lo que desees, el llamado es hacerlo sobre bases sólidas, sobre la roca, sobre principios firmes e inquebrantables, sobre la verdad…

Al momento que tomes la decisión de empezar, debes tomarte un instante y visualizar eso que tanto haz anhelado, colócate derecho, saca pecho, levanta la cara y mira más allá del hoy y del ahora, visualiza lo que sentirás una vez alcances eso que deseas, créelo, míralo, siéntelo, tócalo, huélelo, como si ya fuera una realidad y no olvides nunca ese sentimiento, esa emoción que sentiste en ese momento, porque será tu ancla cuando durante el proceso te quieras dar por vencido. Recordarás lo bonito que sentiste y desearás sentirlo de verdad, así que te mantendrás firme en tu objetivo..

Algo importante aquí, recuerda que nuestra mente no entiende los negativos… así es.. Si te dijera "no pienses en un rico, delicioso, cremoso y melcochudo volcán de chocolate", en qué pensarías?? Jaaja.. Así es.. Por lo tanto, si piensas en obstáculos, en que no lo lograrás, en que es complicado e imposible.. Sólo verás obstáculos, barreras, dificultades.

Aplica la técnica de los corredores profesionales de carros de carrera, ellos se enfocan en el camino, en las curvas que van a tomar, en la velocidad que van a ir para no perder la cuerda, evitan a toda costa enfocarse en los otros carros y estar pensando "no me voy a estrellar", porque saben que se estrellarán.

Bueno, volviendo… por favor jamás olvides identificar tu punto de partida y conocer bien en dónde estás ahora, los recursos con los que cuentas, eso que tienes a la mano, porque con esos empezarás, luego, a medida que vayas moviéndote o acercándote a la meta, irás identificando recursos adicionales que necesites, también, reconoce que tan lejos estás de llegar a donde quieres estar… te recomiendo que apliques el principio de “divide y vencerás”, así podrás colocarte metas cortas, realizables, que te acerquen a tu objetivo, de esta manera que puedas ir evaluando y aprendiendo en cada iteración o intento.

Antes de que lo olvide, organiza tus ideas, prioriza basado en lo importante y no siempre en lo urgente.

Ten presente que más gana el prudente que no se confía en sus fuerzas que el capaz, y más consigue la diligencia que la capacidad.

Te preguntaras… Se puede haber empezado algo de mucho valor para nosotros de manera necia y esperar que todo salga bien al final?