En el episodio anterior hablamos de las señales que nos indican cuando decir basta, ya no más, y lo importante de procurar nuestra paz y tranquilidad, saber reconocer cuando estamos tan cansados de nuestra realidad que debemos decir no más.
Sin embargo, te preguntarás ¿y qué sigue después de decir basta? ¿Qué debo hacer para seguir adelante y cambiar mi realidad? Y está bien que pienses así, porque lo peor que puede pasarte es haber tomado la decisión de "no más" y dejar la puerta abierta esperando volver a lo mismo, sin cerrar de una vez por todas este ciclo. Por eso, lo siguiente es cerrar esa puerta, concluir este círculo, soltar todo eso, pasar la página o cerrar el libro completo y no lo hagas con orgullo, con soberbio o prepotencia, sino porque ya no encajas allí, porque debes seguir adelante, extenderte a lo nuevo que viene para ti. Hazlo confiando en lo que dice Bert Hellinger: "Si soltamos aquello que ya pasó se puede cerrar el círculo y puede surgir el espacio donde muere lo viejo y nace lo nuevo”.
No olvides que es mejor irse cuando uno decide, de manera tranquila y consciente sin depender de la voluntad de los otros. Es algo muy duro, complicado, complejo, difícil, cuesta mucho, se siente que la vida se acaba, incluso algunos creen perder hasta la identidad, así es, hay quienes estaban atados a eso que se vivían, a ese rol en el trabajo o a ese cargo importante, o al título o al nombre que se tenía, hay muchos que al retirarse o ser retirados de una empresa se sientes que no son nadie, como si el rol de presidentes, vicepresidentes, directores o gerentes que tenían en esa empresa los definía a ellos como personas. O algunos que al cerrar un restaurante se permiten dudar de ellos mismos y hasta se creen que no son chefs. O al cerrar un negocio, se creen que no son emprendedores. Tu identidad no está atada a eso que decidiste dejar atrás, tu identidad está basada en quien realmente eres.
Eso si ten presente que nunca es el momento preciso para pasar la página, debes culminar lo que empezaste, sigue moviéndote, enfocado en eso nuevo que trae el hoy, el ahora, en este presente que vives. Siéntete triste, aburrido, derrotado, avergonzado, preocupado por el "qué dirán", incluso por las consecuencias que traerán esta decisión, estarás incomodo por esas preguntas de la gente que nunca faltan, se que te dará muy duro el ego, tendrás ese sin sabor de la derrota aunque al final sea una victoria, querrás responder en tu mente el pasado, lo recordarás y recordarás y creerás que puedes resolverlo, pero no vas a poder, lo que pasó pasó como dice el filósofo daddy yanqui, tu mente empezará a imaginarse cientos de futuros que traerán incertidumbre, que incluso te harán dudar de tu decisión, en fin, todo eso que vives, sientes, piensas, es 100% válido, nada que hacer, a veces se gana y otras se pierde, nadie las gana todas… y un buen jugador se reconoce cuando pierde, porque sabe que la vida le dará oportunidad para intentarlo, en otro momento, en otro instante, lo que debes hacer pronto es aprovechar el momento para lecciones aprendidas, para entender dónde fue que se perdió el rumbo, se cayó el hacha y así para la próxima corregirás y seguro te irá mejor.