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Este episodio está dedicado a aquellos que como yo, que en algún momento, hemos perdido el sentido común y la lógica, permitiendo que los caprichos y deseos de otros estén por encima de nuestras necesidades.

Si eres de los que se pregunta con frecuencia ¿Por qué me preocupo tanto por los demás y ayudo primero a otros, antes de ayudarme primero a mi mismo?

A tal punto que se estuvieras en un avión y hay colocarse las mascarillas de oxígeno dudas si te colocarías tu primero la mascarilla o se la pondrías al quien tienes a tu lado.

Bueno, quédate este episodio y hablaremos cómo he aprendido a primero colocarme la máscara yo.

Si haz viajado alguna vez en avión, te acordarás que de todos los anuncios y advertencias que hacen los asistentes de vuelo, el más curioso es “En caso de una despresurización de la cabina, se abrirán los compartimentos situados encima de sus asientos, que contienen las máscaras de oxígeno. Si esto ocurriera, tiren fuertemente de la máscara, colóquensela sobre la nariz y la boca y respiren normalmente. Los pasajeros que viajen con niños, deben colocarse la máscara a ellos mismos primero, y después colocársela a los niños?”

De las veces que he viajado en avión, sólo una vez hicieron bajar las máscaras de oxígeno y créanme que no es nada agradable ver esos cables trasparentes y esas máscaras amarillas en frente de tu cara… y mientras yo luchaba para colocarme mi propia máscara, veo en las sillas diagonal a mi, a una señora que iba con un muchacho adolescente a su lado, parecía su hijo… el punto es que en medio de la crisis, la señora olvida que ella tiene una máscara de oxígeno por colocarse y empieza a discutir con su hijo para ayudarlo a colocarse la máscara y el muchacho queriendo ponerse su máscara solo … fueron segundos antes de que las asistentes empezaran a dar instrucciones y a tranquilizarnos. Finalmente, el muchacho se puso su máscara a pesar de su mamá y luego lo hizo la señora.

Es raro como una recomendación que aparentemente es muy obvia, es cuestionada por nuestro sentido común. Cómo pretendo ayudar al que está al lado, sin yo tener la mascarilla de oxígeno, pues si me quedo sin oxígeno seguro me desmayo yo y tampoco podré ayudar al que estaba al lado.

Pues bueno… es más común pasarnos por el arco del triunfo esta y muchas recomendaciones en donde tenga que ver con preocuparnos y ocuparnos primero en nosotros y luego en los demás .

Te voy a refrescar la memoria, cuándo fue la última vez que saliste con alguien porque te daba pena rechazar la invitación? Acuérdate cuánto dinero y tiempo haz perdido en personas que hoy ni existen en tu vida? Y lo hacías incluso en contra de tu propia voluntad. Te acuerdas de ese fin de semana que pasaste haciendo una presentación que tu jefe te pidió a las 4 pm del viernes y la quería para el lunes 8 am y cuando llegas a presentarle, él cambio de opinión y decidió presentar otra cosa? La juntas eternas esas donde están 30 personas, nadie opina, es un monólogo, pero por simple pena te quedaste allí y no aprovechaste para hacer lo que sí te correspondía… Uh… la vez que accediste a los caprichos de tu hijo y le compraste la última consola de video juegos y hoy está allá tirada y no la usa para nada? Y tú dejaste de ir a visitar a tu mamá que estaba enferma…

Puedo seguir… Las veces que han llegado visitas a tu casa, que sólo fueron por un par de días y llevan semanas allí sin tener intensiones de irse.. Jajaja.. La vez que prestaste tu carro, con tan mala suerte que lo estrellaron y hoy no te lo paga ni el seguro..