Cada ciclo que empieza permite hacer un balance de lo vivido y lo nuevo q tenemos por delante. No siempre se hace borrón y cuenta nueva, pero se hace un alto, se analizan resultados, se revisan metas, en muchos casos se cambia el rumbo o se reafirma en el que se venía, se renuevan las fuerzas, se hacen promesas, trae la esperanza de estar cada vez más cerca del cumplimiento de nuestro propósito y de ser quien queremos ser.
Por lo tanto, cada ciclo debemos fundamentarnos en Lo Bueno, Lo Agradable y Lo Perfecto.