"Nosotros tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados!". En algunas pocas palabras Diego interpreta e interpela un sentimiento vital de fuerte implicancia social y política. Diego logra hoy, aún después de muerto, lo que la dirigencia política y gremial no logra hacer. De una u otra manera las palabras son la encarnadura del lazo social, cultural y político. Y de una u otra manera la clase dirigente, política y gremial, del campo nacional y popular está por fuera de ese lazo.