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Mateo 21:18-22

En una necesidad apremiante, cuando nuestras fuerzas no son suficientes, cuando una adversidad nos rebasa, cuando el barco se está hundiendo, todos pedimos a Dios que nos salve.

La oración es una declaración de la propia debilidad, una entrega del timón de nuestra vida, es como si dijéramos a Dios, tómalo tú porque yo no puedo más. Todo aquel que está convencido de su impotencia y de que únicamente Dios puede obrar, orará de verdad!. Al orar se trata pues de mostrarse incodicionalmente dependiente de Dios. Si tienes fe y no dudas.

Muchos estamos a punto de naufragar, o con el agua en el cuello, por lo que estamos viviendo. Éste es el momento de la oración, es el momento de la fe.

Jesús, les enseña a sus discípulos a pedir con fe. Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide recibe, el que busca, encuentra y al que llama se le abre. Luego Jesús cuestiona a sus discípulos, ¿quién de ustedes si su hijo les pide pan le dan una piedra, o si le pide pescado le da una serpiente? Pues si ustedes aún siendo malos saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le pidan.? Mateo 7:7-11

Alguien me va a decir que pidió algo a Dios y no se lo concedió? entonces no sirve la oración. Jesús también pidió algo a su padre y no se lo concedió. Cuando Jesús estaba a punto de sufrir en la cruz, oró a su padre y le dijo: Padre mío si es posible no me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero si no lo que quieres tú. Dios guardó silencio, no concedió lo que su hijo le pedía, si no que permitió que su hijo sufriera porque en su muerte habría de salvar al mundo y cumplir la voluntad del Padre.

Hay peticiones que hacemos que no concuerdan con la voluntad del Padre y Dios guarda silencio y cumple su voluntad, pero no se debe a que el Padre no nos ame, si no que tiene un propósito para nuestro bien que aún no podemos entender.

Aveces no sabemos pedir a Dios como conviene, pedimos con malas intenciones para satisfacer nuestras propias pasiones, escribió Santiago en el capítulo 4:3.  Aunque no sabemos pedir lo correcto, el Espíritu Santo intercede por nosotros. Romanos 8:26-27

La fe vive de la oración, en el fondo creer es lo mismo que orar. ¿Cuándo oramos de verdad? Cuando ya no hayamos salida. Dios sale a nuestro encuentro cuando se han agotado nuestra sabiduría y capacidad.

Orar no es lo mismo que murmurar rezos. Si deseamos que Dios nos escuche hay que clamarle de día y de noche.

Estas dispuesto a orar de verdad? estas decidido a encontrarse con Dios porque tus recursos se agotaron? Estas listo para pedir a Dios su ayuda necesaria? Dios está esperando tu oración, a El le agrada que te acerques a El creyendo que existe y recompensa a quienes le buscan. Hebreos 11:6

El señor escucha tu oración cuando con humildad e impotencia le solicitas que intervenga en el nombre de Jesus. Orarás al Señor? Amén