Efesios 3:8-10 / Pastor Jorge Mejía
El apóstol Pedro se siente el más pequeño de todos los santos teniendo la responsabilidad de ir a todos los gentiles y hablarles de la Palabra de Dios. ¿Cómo nos sentimos nosotros? Queremos gobernar todo o como Pedro con esa humildad y sencillez sabiendo que tenía una gran responsabilidad de llevar las buenas nuevas a otros lugares.
Juntos vamos creciendo en el conocimiento y el amor de Cristo, para hacer cosas buenas delante de Dios y la principal es llevar las buenas nuevas a toda creatura. Hemos de dar siempre gracias por todo.
Pablo dice que sin la ayuda de Dios no podrá cumplir nada y nosotros si no clamamos a Dios igual no vamos a poder hacer nada, porque a él es la gloria y la honra.
Dios está al alcance de todos y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia. ¿A quién hemos de pedirle dirección? A Cristo Jesús!. El Señor se manifiesta grandemente, está con los brazos abiertos esperando a que le aceptemos, que sea el capitán de nuestra vida.
¿Si Cristo mora en mí seguiré siendo la misma persona? El Señor va trabajando en nosotros y nos limpia para que seamos sus siervos útiles, amando a los de la iglesia y a los de afuera. Dios nos dice que no temamos, debemos tener fe para estar seguros acerca del futuro, que un día estaré con él y le veré cara a cara. Por la fe cada uno nos convertimos en el templo del Espíritu Santo y todos juntos formamos parte de la iglesia, unidos en un solo cuerpo.
1 corintios 3:16. ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
Efesios 3:16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
El propósito de la iglesia es mostrar la multiforme sabiduría de Dios en todo lugar, a toda creatura, por eso la necesidad de congregarnos para prepararnos y estar en comunión unos con otros. ¿Verdaderamente Dios se manifiesta en nosotros, mora en nosotros?
Somos ciudadanos del reino de Dios y miembros de su familia!
Que Dios nos permita ganar un alma para Cristo en un año, amén!