Ester 4
Mi padre resumía su fe en Dios y decía la frase: Yo no soy quien digo que soy, sino lo que Dios ha dicho que soy. Yo no estoy donde digo que estoy, sino donde Dios me ha puesto. De esta manera mi padre afirmaba que lo más importante es la opinión De Dios acerca de nosotros y la posición en que Él nos haya puesto.
Podemos cuestionarnos porqué soy mexicano o porqué no vivo en otra ciudad y nos sentimos insatisfechos y no estamos conformes en el lugar donde estamos. Sin embargo Dios ha diseñado nuestra identidad y nos ha colocado en la posición donde estamos.
Ester una mujer judía en el reino de Persia, mujer bella y respetuosa de la ley del rey Asueno fue hecha reina. Mardoqueo advirtió a Ester que podría morir pero que ella podía presentarse delante del rey y defender al pueblo Judío.
Mardoqueo entendió que Dios había puesto a Ester como reina para actuar en ese momento a favor del pueblo judío y ella no se había dado cuenta hasta que su primo Mardoqueo le dijo.
Se presentó delante del rey Asuero con el riesgo de ser condenada a muerte, la recibió con cariño y le preguntó qué deseaba, incluso le ofreció la mitad de su reino si así lo deseaba.
Ester le pidió al rey Asueno que revocara el exterminio del pueblo judío y reveló su procedencia y también hizo a Mardoqueo administrador
No hay coincidencias, mi padre decía: hay Diosidencias. Nada ni nadie queda fuera del plan que Dios ha trazado.
No es casualidad que usted y yo tengamos vida, Dios nos ha cuidado para estar listos y dispuestos para servirle en su propósito de compartir su Palabra ya que su propósito es que todos lleguen al conocimiento de su Hijo Jesús y le sirvamos y adoremos, para que pongamos en Sus manos nuestra vida.
Entrega a Jesús tu vida y está dispuesto a colaborar para su reino y servirle. Amén