Hay una crisis de autoridad y eso significa que no estamos obedeciendo a las autoridades, es cierto que no se imponen castigos a los que infringen la ley y al reverso encontramos personas que no quieren sujetarse a las autoridades. Alumnos que no quieren obedecer a las indicaciones del maestro, trabajadores que no quieren seguir indicaciones al patrón, hijos que se resisten a las órdenes de los padres. Entonces cuando vivimos así es difícil que podamos a vivir en paz porque nadie quiere sujetarse a la ley, nadie quiere estar subordinado a las órdenes de otro.
Todos hemos de someteros unos a otros como dijo el apóstol Pablo. El Señor nos ha enseñado que el hombre ha de someterse a la mujer y también la mujer al hombre, y los hijos a los padres y en ese someterse significa respetarlos, no ignorarlos. Esta es una cualidad que hemos de aprender, someternos a la autoridad.
El primero en someterse al padre fue Jesucristo y no veo ningún conflicto de autoridad, el hijo se sometió al padre. Cuando el ángel le avisa a María que ella sería la madre del hijo de Dios, María probablemente no comprendía el significado de ello, pero se sujetó a la autoridad del Señor y así fue que nació Jesús. Después a sus 12 años acompaña a sus padres a Jerusalén a aquella fiesta y se pierde de ellos y lo encuentran en el templo, le reclaman y lo vieron discutiendo con los maestros, los escribas de la ley y estaban admirados de la inteligencia del niño. Después Jesús es bautizado por Juan el Bautista y el Espíritu Santo se hace presente en forma de paloma. El propio Hijo de Dios se somete a las instrucciones del profeta Juan el Bautista.
El motivo de orar de Jesús es subordinarse al Padre. Y así hay hijos que no toman en cuenta a los padres y quieren hacer su propia voluntad. Jesús ora y obedece al Padre y el Espíritu Santo está descendiendo y se oye una voz desde el cielo que dice: "este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia."
En ese momento el Espíritu Santo lo fortalece y antes de escoger a los discípulos Jesús ora al padre, sigue las instrucciones y así vemos en adelante cuando varios personajes oran y el Espíritu Santo los guía. ¿Hoy Dios diría lo mismo que dijo con Jesús, que somos sus hijos amados en quien tiene complacencia?
Pon al Señor primero, reconócelo en todos tus caminos y El enderezará tus veredas. Procuremos seguir este ejemplo de Jesús que ora al Padre, pide sus instrucciones y le obedece. El Señor les bendiga.