Lucas 3:1-6
Hoy casi todo el mundo está vacunado, si vemos el mapa de los países que han sido vacunados, pero el continente africano no está completamente vacunado, son pocos países que han sido vacunados, siendo el continente olvidado. La vacuna es una protección que nos corresponde a todos.
Dios preparó la salvación para todo el mundo, sin embargo no todos la aceptan, la rechazan y hay otros que todavía no le conocen.
Juan es un profeta a la altura de los profetas del antigüo testamento que llamó el Señor para preparar el camino de Jesús y Juan le antecedió y preparó a un pueblo para recibir la palabra de Dios. Desde el nacimiento de Juan, el ángel lo había comisionado para esta tarea, en el capítulo 1 de Lucas.
El momento en el que está viviendo Juan el Bautista, es comparable al momento que ahora vivimos, cuando las personas no quieren buscar a Dios, no quieren escuchar la palabra de Dios y mucho menos obedecerle, pero Juan irá predicando y llamando a su generación a que vuelvan a Dios. Esta es la tarea de Juan.
Ahora el Señor nos llama a arrepentirnos, significa voltear y volvernos hacia Dios, buscar a Dios y estar dispuestos a obedecerle. Hay padres que están peleados con sus hijos e hijos peleados con sus padres, familias desintegradas y Juan les llamó a reconciliarse, a ser sabios y vivir en paz y estar listos para recibir al Señor. Está llamando a una generación a preparar su corazón para recibir al Señor, a ser humildes, a no ser soberbios, a no rechazar la misericordia de Dios, la voz de Dios, si no a estar listos para obedecerle porque Jesús está enseguida, tras los pasos de Juan para predicar el reino de Dios y todo mortal verá la salvación de Dios.
Dios quiere que todos seamos salvos a menos que haya alguien que quiera rechazarlo.
A Jesús no todos le aceptaron, había quienes le rechazaban pero Juan llamó a un bautismo de arrepentimiento para reconciliarse con Dios.
Después de que Jesús murió e la cruz, llamó a sus discípulos para ir y hacer discípulos a todas las naciones porque Jesús quiere salvar a todos, que ninguno se quede sin la salvación de Dios. Pablo les dice a los judíos que rechazaron arrepentirse y creer en Jesús.
Estaremos dispuestos a arrepentirnos, a ser sensibles con Dios y reconciliarnos con él y nuestras familias y a buscar a Dios? El Señor nos sigue llamando. Amén.