Hebreos 11:1-16
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Tener fe es tener la plena seguridad de lo que se espera, estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos.
Si ya recibiste la vacuna este año, ya no la esperas, pero si no la has recibido, la estas esperando. La fe, es esperar con paciencia lo que todavía no vemos, porque si lo vemos ya no lo esperamos. La fe incluye paciencia. Es estar convencidos de algo aunque no lo veamos, no como Tomás que necesitaba ver las heridas de Jesús, tocarlas y creer.
Dichosos los que no han visto y sin embargo creen. Cómo llegamos a la fe si no podemos ver con nuestros ojos? El Espíritu De Dios nos muestra las cosas ocultas cuyo conocimiento nuestros sentidos no pueden alcanzar, se nos promete la vida eterna pero dicha promesa se hace a los muertos, se nos asegura una radiante resurrección pero todavía estamos envueltos en esta convicción. Somos declarados justos pero el pecado mora en nosotros.
Por fe nos acercamos a Dios aunque nuestros ojos no lo vean, pero sin fe es imposible agradar a Dios. Cualquiera que se acerca a él tiene que creer que existe.
Es por la fe que entendemos que el Universo fue formado por la palabra de Dios de modo que lo visible tiene su origen en el principio.
Seré discípulo del Señor, conduciré a mi familia a la obediencia al Señor?
Cerca de ti Señor quiero estar!, Amén.