Salmo 9
¿Hay alguno que tenga el ánimo y deseo de darle gracias a Dios por todas las desgracias que hemos visto y vivido en este año?
Probablemente pensemos que Dios es injusto por todos los acontecimientos que están pasando y que no tenemos porqué estar agradecidos a Dios por estos hechos, no tenemos nada qué celebrar y mucho que lamentar.
Dios todo poderoso no hace nada malo ni injusto. ¿Cómo podemos condenar a quien es inmensamente justo? Si la epidemia mundial agravó la situación económica en el mundo, no es responsabilidad de Dios si no de la desigualdad e injusticia que han construido los gobiernos. Dios juzgará a cada uno.
No tenemos que enojarnos con Dios por los sufrimientos actuales del mundo ni por las injusticias ni aflicciones que han sucedido y nos han tocado vivir. Hay que alabarlo con todo el corazón y agradecerle por sus maravillas. Hemos de alegrarnos con el y cantar himnos. Así lo hizo el rey David. Con todo y las circunstancias que vivía.
Él es nuestro refugio en los momentos de angustia y da paz a nuestros corazones.