17 mayo / Mateo 17:14-21
Hay dos caminos que se observan después del sufrimiento de millones de personas ante la epidemia ó nos inclinamos a la fe en dios o nos volvemos indiferentes a la presencia de Dios en el mundo. Es la disyuntiva que surge en una crisis de salud, social y económica.
¿Cuál es el ánimo que percibes con la gente que convives? percibo miedo al porvenir, incertidumbre por lo que sucederá, preocupación por las condiciones de salud, angustia cuando las oportunidades de trabajo se han restringido, aflicción porque los conflictos sociales aumentan, desconfianza hacia los gobernantes, alarma al ver a las naciones usar las armas para destruir a otros, hay duda de que las sociedades nacionales vivamos en paz después de un sufrimiento y enfermedad que nos ha tocado a todos.
Esta diversidad de ánimos y actitudes que sentimos y observamos tal vez podríamos resumirlas en dos perspectivas. La de la fe en Dios o la de la desconfianza en Dios.
¿Predomina la perspectiva a la desconfianza en Dios? pareciera que nos contagiamos de esta desconfianza. Jesús les llamaba generación incrédula y perversa con quienes vivió; hombre de poca fe, rechazaban la evidencia.
En esta ocasión un padre viene ante Jesús para que sanara a su hijo ya que sus discípulos no lo habían podido sanar y le pide compasión y ayuda dudando aún. “Para el que cree, para el que tiene su confianza en Dios y no duda, todo le es posible o nada le es imposible!”.
Es posible que el Señor sane a un enfermo si cree en Él.
Es posible que el Señor abra una puerta cuando todas se han cerrado.
Es posible superar la crisis familiar cuando algunos la han desahusiado.
Es posible mover una montaña con un poco de fe en el Señor Jesús.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!.
Nos parecemos al padre del niño epiléptico y hemos sido contagiados por la incredulidad de otros y dudamos del poder de Dios para ayudarnos en nuestras necesidades. También podemos confesar a Jesús como lo hizo el padre dudoso “sí creo y ayúdame a tener más fe”.
Jesús sanó al niño epiléptico con la poca fe del padre del niño dudoso. ¿Qué más podrá hacer con nosotros si le pedimos que aumente nuestra fe? Orar constantemente hace que nuestra fe crezca.
Para el que cree en Dios, todo le es posible!. Amén.