Salmo 27
El Señor es mi luz y mi salvación,
Vivimos en una situación límite y el salmista David pasó por una situación límite cuando sus enemigos lo buscaban para matarlo en donde huía como prófugo porque Saúl no reconocía que David fuese el rey aclamado.
David enfrenta la envidia de un rey y un ejército dispuestos a acabar con él. David recurre al principal recurso, su fe en Dios.
Si hemos perdido la salud, el empleo, la familia, lo que tenía, etc., no hemos de perder la fe en el Señor Todopoderoso. El salmista expresa su fe en medio de la crisis que vivía. “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo?, el Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? los malvados, mis enemigos se juntan para atacarme y destruirme pero ellos son los que tropiezan y caen. Aunque un ejército me rodeé, mi corazón no tendrá miedo, aunque se preparen para atacarme yo permaneceré tranquilo. “
Dios no nos va a abandonar en medio de la crisis ni en medio de la tempestad. El salmista nos invita a buscar la presencia del Señor y clamarle. Dios habla a nuestro corazón para que le busquemos y le escuchemos.
Si todo se derrumba, si no hay recursos, si nuestra familia nos abandona, si caemos en enfermedad, tenemos a Dios que nos ayuda. En ningún otro hay salvación, sólo en Jesús.
Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán salvación.
Si ponemos nuestra confianza en Jesús no seremos defraudados. En el día de la aflicción, en tiempos difíciles, si le clamamos Él nos dará protección.
¿Quieres tener paz en medio de la tormenta, en medio de la crisis? Si confiamos en Dios estaremos a salvo de esta tormenta.
¡No se desanimen, sí, ten confianza en el Señor, ten fe completa en Dios!
Amén
