Emigrar implica un cambio emocional, una desestructura personal y una nueva construcción. Es asumir una nueva cultura intentando proteger la tuya, adaptándote al otro sin dejar de ser tú y mantenerse en pareja es una tarea titánica, pero no imposible.
Hay un nuevo “talento” y debe ser reconocido como tal, ya que enseguida nos vienen a la cabeza profesionales, pero el talento es mucho más que un conocimiento técnico. Las personas que han tenido que abrirse camino en el extranjero, se dediquen a lo que se dediquen, no solo han aprendido idiomas, también han desarrollado habilidades resilientes, han aprendido otra manera de vivir y de trabajar, poseen lo mejor de varias culturas, ese es el verdadero talento.
TERTULIA CON GRANDES AMIGOS:
Jenny Cano desde Guatemala
Luis y Eudelia Familia Moncada desde EE. UU.
Haidy lozano desde Panamá