Listen

Description

Hace tiempo un hombre le hizo una pregunta a un ministro del Evangelio, una interrogación que parecía no tener una respuesta adecuada en el momento, el hombre pregunto; ¿Cómo explica usted el hecho de que Mahoma comenzar a su labor 600 años después de Cristo y que ahora hallá más mahometanos que cristianos? El Predicador evangélico contestó: Un hombre común puede ser discípulo de Mahoma sin tener que negarse, sin tener que llevar ninguna cruz. Puede vivir en el pecado más negro, denigrante e inmundo. Pero si un hombre quiere ser discípulo de Jesucristo, debe estar dispuesto a dejar el mundo, negarse a sí mismo tomar su cruz y seguir al Señor de señores. Jesucristo dijo Lucas 14:27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. El que quiera ser discípulo de Jesús, debe pensarlo bien, debe estar dispuesto a dejar las cosas de este mundo y las cosas que posee, pero que le hacen mal para su alma. Lucas 14:33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Fácil es, ser seguidor de cualquiera que diga tener alguna revelación celestial para crear su propia religión, y no necesita poner reglas de conducta moral para sus partidarios. Las normas para el discípulo de Jesucristo; son más elevadas, El Maestro de Nazaret demanda entrega a quién quiere hacer su seguidor. No son exigencias injustas e inalcanzables, ni tampoco son imposibles porque El ha prometido ir a nuestro lado. Cristo dijo: Mateo 11:29 llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Si tan solo caminas en obediencia en sus mandamientos y aprendes de El, qué es paciente y humilde de verdad; en Cristo podrás encontrar paz, seguridad, perdón y salvación para tu arma. El que quiera ser discípulo de Cristo; tendrá que amarle más que su propia vida. El que quiera seguir a Jesús debe estar dispuesto abandonar la ambición personal para servir a Cristo, dispuesto a servirle aunque la recompensa que sea pequeña y el prestigio ni siquiera exista. Jesucristo sigue invitando a todo el que quiera ser su discípulo: Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Esta es la diferencia. Tomado del libro 200 Anécdotas e Ilustraciones Editorial Moody adaptado por David González.