DIOS ES QUIEN CAPACITA. Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungio es Dios. Segunda carta a los Corintios capítulo uno verso veintiuno. Fue elegido para ser rey de una gran nación, era descendiente de la familia real, antes de morir su padre, le fue puesta la corona para ser el nuevo rey de Israel, su nombre era Salomón. No pasó mucho tiempo cuando Salomón se dio cuenta que no tenía la suficiente capacidad para dirigir a un pueblo tan grande. Una noche en su sueño le expreso a Dios su sentir diciéndole: que era joven y no sabía qué hacer, le pidió que le diera sabiduría para saber lo que estaba bien y lo que estaba mal, y que sin la ayuda de Dios el no podría gobernar. Le agrado a Dios que Salomón le pidiera esto, y Dios mismo le otorgó sabiduría e inteligencia, Salomón llegó a ser más sabio que todos los que habían vivido antes que el y sería más sabio que los que vivieran después de el. El pastor Suliasi Kurilo de las Islas Fiji dice: "Si nos hacemos disponibles a Dios, El nos hará capaces". Como líderes o ministros, creo que más de una vez nos hemos sentido incapaces de dirigir su obra o de hacer el trabajo encomendado por Dios. Sin embargo, debemos recordar que es Dios quien nos da la capacidad suficiente para cumplir con el trabajo que El nos ha delegado. El líder espiritual debe utilizar de sus capacidades otorgadas por Dios para ejercer su liderazgo. No es nuestra propia prudencia, o los años de experiencia, no es nuestro intelecto, talentos o títulos lo que nos hace aptos o dignos del llamado. Cualquier esfuerzo o logro humano puede ser provechoso, pero no es el sello de aprobación. Nunca seremos suficientes por nosotros mismos o por nuestras propias fuerzas. La aprobación sólo viene de Dios, y es El Quien nos hace aptos y capaces para hacer el trabajo al El nos ha llamado. Es muy importante que todo líder espiritual sea también moldeable y humilde para reconocer que no es por méritos propios que ha recibido su llamado, sino por la gracia y propósito de Dios. Aún el aspirar y el hacer no procede de nosotros mismos. Es importante que nunca olvidemos que Dios es el que ha puesto en nosotros el deseo para hacer su voluntad, además nos ha otorgado donde sobre nuestras vidas, los cuales nos permitirán ejercer el trabajo para el cual Él nos ha llamado. No olvidemos las palabras del profeta Zacarias que dijo: "no hace falta que seas poderoso, ni necesitas un gran ejército; lo único necesitas es el Espíritu de Dios". por David González Mtz. efesiso320@gmail.com