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GOZO ANTE LA CONDENA. En 1756 John Wesley recibió una carta de un padre que tenía un hijo pródigo. Cuándo el avivamiento se extendió por Inglaterra, aquel hijo estaba en la cárcel de York. Pido a Dios -escribía el Padre de Familia-, que mi hijo no termine su vida en sus pecados. El joven tuvo tiempo para arrepentirse y lo hizo, se arrepintió y no solo eso también mostró un corazón arrepentido. El joven fue condenado a muerte por sus culpas y la carta del padre proseguía: -su paz fue en aumento diariamente, hasta aquel sábado, el día de su ejecución salió de la cárcel de los condenados a muerte, vestido con el uniforme de prisionero y subió el carro que lo llevaba hasta su destino final. Conforme avanzaba la alegría y la compostura de su rostro sorprendía a todos los espectadores. El joven había hallado un gozo que ni siquiera la condena le podría quitar. Sucede a menudo que las personas pueden soportar grandes dolores y pruebas de la vida, pero se desmoronan ante inconvenientes leves. Pero el gozo que Cristo da le permite a una persona aceptar los sinsabores de esta vida hasta con una sonrisa. John Nelson fue uno de los más famosos primeros predicadores de Wesley. Él y Wesley llevaron a cabo una misión en Comwall, cerca de Land's End y Nelson es el que nos cuenta: todo aquel tiempo Mr. Wesley y yo estuvimos durmiendo en el suelo: él tenía mi gabán de almohada y yo tenía como la mía las notas de Burkitt al Nuevo Testamento. Después de casi tres semanas, una madrugada a eso de las 3 de la mañana, Mr. Wesley se dio una vuelta, y al encontrarme despierto me dio una palmadita diciendo: "hermano Nelson, tengamos ánimo" ¡todavía tengo entero todo un costado, porque no tengo despellejado nada más que el otro! También tenía un poco de alimento para comer. Una mañana Mr. Wesley había predicado con gran inspiración, el mensaje había surgido efecto en sus oyentes: cuando volvimos, Mr. Wesley detuvo su caballo para cortar unas moras diciendo: "hermano Nelson, deberíamos estar agradecidos de que haya tantas moras" ¡porque este es el mejor país para tener un estómago, pero el peor para conseguir comida! El gozo cristiano le capacitaba a Wesley para aceptar los grandes golpes de la vida y también para recibir las incomodidades menores con un chiste. Si él cristiano camina de veras con Cristo, camina con gozo. Hermano y amigo, no permitas que las circunstancias se la vida te hagan un infeliz, No dejes que una desgracia inesperada cambie tu aspecto, mantén el gozo de Cristo en todo tiempo. Entonces podrás decir como el constructor nemías...porque el gozo del Señor es Nuestra fuerza. Una anécdota de autor desconocido aplicación y adaptación por David González Mtz. efesiso320@gmail.com