Nació en el 76´, tocó y grabó con Kuryaki, Spinetta, Fito, Calamaro (lo ví en vivo!) y toca jazz en todos los recovecos de la urbe porteña, especialmente en Virasoro, ese lugar que todos amamos y pocos entendemos. Sergio es de la época donde se emulaba, se imitaba, de la época donde se piensa en motores y nafta para pensar en la sublimación freudiana. Sergio es la vanguardia, experimenta, aprende, enseña, apadrina, agradece. Es un Beatle Flotante, según mi opinión. Escuchen y vean, o escuchen y escuchen. "No me digas loco", y las presentaciones con el loco de la improvisación, el gran Santiago Vázquez en Tecnópolis, son pruebas irrefutables para comprobar lo que en esta charla inaudita e imperdible se verifica. Gracias Sergio.
