Acompañamos a los familiares y sobrevivientes de Cromañón en su marcha número 54: 5 años y medio en la calle, mientras el juicio a Chabán, funcionarios, policías y músicos espera sentencia para agosto. Pero Cromañón va más allá, al haberse organizado como un movimiento capaz de convertir en público un dolor privado, de salir del encierro, de mostrar qué puede significar una alianza entre Estado y Mercado que cotiza la vida de 500 chicos a 100 pesos (de coima). La articulación de familiares, sobrevivientes y amigos fue capaz también de generar un permanente estado de movilización, acción y pensamiento que se refleja en marchas, muestras, eventos, escraches y hasta una murga cuyo nombre lo dice todo: los que nunca callarán. Los mitos sobre Cromañón, y las voces.