¿Las secretarias, vendedoras y empleadas administrativas de una fábrica junto a los obreros de planta pueden poner en marcha una empresa que parecía muerta? No es una historia 2001 sino 2011. La benjamina de las fábricas sin patrón, Lacar, tradicional productora de camperas, amaneció hace dos meses vaciada por su dueño, y con sus trabajadores enfrentados al abismo del desempleo. Pero formaron una cooperativa, hicieron asambleas, decidieron pelear judicialmente y consiguieron que el INTI les de un espacio en el Polo Textil de Barracas para empezar a producir. Alejandra, Ana, Eliana y Gabriela nos cuentan aventuras, desventuras y descubrimientos, cómo saben que harán mejores camperas, y en qué les cambió la vida.