Con el covid declarado como pandemia la salud pública y la mirada sanitarista está en el centro de la agenda política y social. En Argentina, cada año, se producen entre 350.000 a 500.000 abortos. Durante el aislamiento al menos dos mujeres murieron como consecuencias de abortos clandestinos. Sin una legislación que garantice derechos, en medio de una crisis económica, social y sanitaria, lo que ya era una urgencia se vuelve una emergencia. Aún cuando en el país -en línea con las recomendaciones de los organismos internacionales- se declararon los servicios vinculados con la salud sexual y reproductiva como servicios esenciales, los obstáculos que limitan el acceso no se eliminaron. La médica generalista Viviana Mazur es parte del equipo de la Coordinación de Salud Sexual, Sida e Infecciones de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, territorio desde donde traza un mapa de las barreras que restringen y la gran cantidad de equipos de salud dispuestos a garantizar derechos. Desde hace más de treinta años trabaja en el primer nivel de atención, desde ahí hace un primer análisis de qué significa que aún no tengamos aborto legal: el riesgo de hemorragias, infecciones, lesiones, traumatismo, y hasta de muerte de un aborto inseguro - definido por la Organización Mundial de la Salud como un aborto realizado por personas que carecen las habilidades necesarias o en un ambiente que no cumple los mínimos estándares médicos- es de cien a mil veces mayor a los riesgos de una práctica segura. En este episodio de La que te parió volvemos a gritar: ¡aborto legal, ya!