El Señor resucitó y se presentó a los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35) y ellos, al principio, no le reconocieron. Así nos sucede a nosotros. A veces, estamos cegados y no nos damos cuenta de la presencia de Cristo en nuestra vida. Jesús está vivo a ti te quiere vivo también, dispuesto a llevar su mensaje a muchas almas.
(28/abril/2020)