¿Como manejamos entonces las benditas puertas cerradas? ¡Aceptando que Dios es el que tiene la llave! La puerta cerrada y la puerta abierta son como una guía de Dios para nosotros. Dios es el que tiene el control. La llave esta en su mano.
Apocalipsis 3: 7 dice: Este es el mensaje de aquel que es santo y verdadero, el que tiene la llave de David. Lo que él abre, nadie puede cerrar; y lo que él cierra, nadie puede abrir.