Todos hemos experimentado momentos de sufrimiento, aquellos en los que nos preguntamos "¿por qué a mí?". Pero en medio de estas dificultades, hay una esperanza, una luz que nos guía. Hoy, quiero compartir cómo Dios puede usar eldolor para nuestro crecimiento espiritual y personal, y cómo Él se las ingenia para llamar nuestra atención en los momentos más oscuros.