Es necesario entender y aceptar la soberanía de Dios en nuestras vidas. No importa que la puerta este abierta o
cerrada, cuando sabemos que fue Dios. El la cerro y punto el la abrió y punto.
“8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque, aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.” Apocalipsis 3:8