Nehemías pidió dos: favor y éxito para el
plan que tenia en mente. Gracia y éxito.
Todos queremos que nuestros planes sean fructíferos, que tengan éxito. Un sueño comienza sencillo, pero va tomando forma y debes asegurarte de ser constante,
perseverante y de mantener el animo en alto hasta lograrlo. Cuando Dios te da un sueño, una visión, un emprendimiento El se encargará de respaldarte de darte
la gracia, el favor, de abrir las puertas y de que tu nombre sea altamente recomendado. En tus planes incluye a Dios. Sin Dios no hay plan.