El potencial de una persona es el talento que todavía
no se ha materializado de manera consolidada, pero del que existe la posibilidad de que se desarrolle.
Dios quiere que el potencial que tú tienes lo actives,
lo liberes y lo deposites en otros. Lo que haces siempre tiene un propósito, va a trascender. Todo potencial que tu tienes trasciende porque es como una herencia
que le dejas a tu casa y a los demás.
El potencial que no se desarrolla se convierte en una
fuente de frustración y dolor.