El trasfondo emocional está compuesto por una serie de factores que están interrelacionados, como nuestras
experiencias de vida, nuestras relaciones, nuestras creencias y nuestros traumas pasados. Estos factores moldean nuestra forma de ver el entorno y nuestras respuestas emocionales a diferentes situaciones.
Jesús siempre se mostró sensible a la situación de los demás. Mateo nos cuenta cómo Jesús, "al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban
desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor". Eso es tener compasión, es ser empáticos.