En su carta a los Efesios, el apóstol Pablo oraba para que Dios afirmase los corazones de los cristianos en esta iglesia y que fuesen fortalecidos por medio del Espíritu Santo. Hoy en día nosotros conocemos la importancia que el Espíritu Santo tiene en nuestras vidas ya que es el que nos fortalece y guía en este peregrinar cristiano. En el Nuevo Testamento el Espíritu Santo toma un papel determinante en el avanzar de la iglesia.
Ef. 3:16
“Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”