Cuando éramos niñas nos encantaba darle vida a nuestros juegos, a los personajes de nuestros programas favoritos, nuestra imaginación no tenía límites y no importaba si nos equivocábamos porque lo corregimos y ya seguíamos metidas en el personaje.
Pero al crecer todo cambió, empezamos a sentir pena, le damos más importancia al qué dirán y los prejuicios no nos dejan vivir en paz, porque nos enseñaron que equivocarse es malo y es mejor ser invisible que fracasada, soñar en pequeño sin aspiraciones ni anhelos llevándonos a vivir una vida de mediocridad.
En este nuevo episodio te voy a cambiar esa perspectiva porque somos genuinamente imperfectas pero reales con derecho a equivocarnos , caernos y levantarnos porque el fracaso no es un error es un aprendizaje. Te espero
