''Los cristianos no solo cuidan de sus propios pobres,
sino que también cuidan de los de afuera.
Trata a las personas que te rodean, especialmente en el
ámbito de la iglesia, trátalas con el mismo honor con el que tratarías a tu familia.
Lo que Dios llama a la iglesia a hacer es ser compasiva,
pero también discernir sobre quién está realmente necesitado y a quién necesita la iglesia ayudar.