En esta tierra observamos seres en absoluta soledad, que nacieron en un espacio muy amplio que poblar y la necesidad de conquistarlo.
En esta búsqueda de conquistar y poblar nuevas tierras se llenaron de gran soledad y soberbia donde lo único que querían era pertenecer y tener su propia identidad.
De allí se presenta la lucha por las aguas, que representan la sed de la lucha y en esta lucha no se dan el permiso de nacer y florecer y esto crea grandes separaciones.
Hoy pedimos la conciliación con la madre tierra, y el reencuentro con las aguas que hacen recordar el origen del amor.
Hoy los hijos de la tierra y los hijos de las aguas reclaman la unión con la madre Tierra para conformar la unicidad y comprender que todos somos partes de las mismas aguas, bienvenidos los nuevos hijos de la tierra y hoy le damos Luz a la natalidad que por siglos se ha negado y luz a ese padre que le da miedo abastecer pero a la vez se desarrolla para fortalecer el amor.
Hoy reconocemos y bendecimos la femineidad y la fortaleza masculina para reconciliarnos con la vida, esa vida que florece cada día en el planeta, hoy nos sumergimos en el vientre de la madre para sentir nuevamente el origen y el amor.
Soy responsable de lo que hoy sucede en el planeta, debemos aprender a confiar en el plan divino y comenzar a decir SI a la vida, SI a la vida!!!